Hay días en que sentimos que todo es posible, que sólo basta con proponérselo, que si trabajamos duro, sucederá. Sin embargo, hay también otros días: diferentes, densos, cubiertos de nubes grises que nos asfixian, y en los que es mejor no pensar, ni mucho menos tomar decisiones.
Y así como los días van y vienen, también va y viene el respeto por lo que escribimos: unas veces un poema, o un relato, o una página en la novela que nos mantiene cautivos, nos resulta fascinante, y otras veces nos parece que no tiene remedio, que mejor tirarlo y dedicarse a otra cosa. Pero, claro, no será lo uno ni lo otro.
Se trata de mantenerse un poco en el cielo y un poco en la tierra, sin volar ni arrastrarse demasiado, pegando saltitos, quizá, que nos llenen de aire fresco, y nos hagan sentir vivos. Y si, entre saltito y saltito, contamos con una mano que nos apoye y nos ayude, generosa, a tomar impulso, mucho mejor.
A esa mano le dedico el poema que sigue.
Estás a mi lado
Estás a mi lado mientras busco,
mientras ando a tientas,
mientras creo vislumbrar
mi espacio en este mundo,
estás a mi lado
cuando sigo y persigo
un sueño inalcanzable,
y me detengo a veces
sin saber qué hacer,
y siento que todo es en vano,
y que quizá
sea mejor renunciar
para continuar transitando
las calles de siempre;
pero te miro
y estás a mi lado
dándome fuerzas,
y me doy cuenta de que nada es vano
aunque parezca absurdo,
de que debo luchar
aunque suene a fracaso,
porque sólo será fracaso
si no lo intento,
si me paralizo,
si me quedo quieto en esta vida;
entonces me levanto,
me sacudo el polvo,
comienzo nuevamente
y te digo gracias
por estar a mi lado.
Alejandro Laurenza
13 comentarios:
Me encanto tu poema, Alejandro!
Lo voy a leer esta tarde, en mi programa Calidoscopio, de 18 a 20 hs. por Raíces FM 88.5 MHz www.raices885.com.ar
Un abrazo y bendiciones.
Ana María Garrido
Ana María, gracias por la difusión que siempre me das! :-)
Un abrazo,
Alejandro.
Totalmente de acuerdo, Alejandro. A veces sentimos la corazonada de que el camino que intuímos es el único que nos motiva; pero otras veces somos un mar de dudas. Porque una cosa es escribir y otra sobrevivir dedicándose a la escritura. Hay que comer todos los días. Pero en el riesgo está la aventura, ¿y no es eso la vida entera?
Un saludo
Sin palabras, Blas. Creo que mejor no puede ser dicho.
Un abrazo,
Alejandro.
Bonito poema, Alejandro.
Y sí, tienes razón, este amor por las letras nos conduce a días fértiles y a otros que mejor no hubieran existido nunca. Todo forma parte del proceso creativo.
Un abrazo y mucha inspiración.
Naces poeta, solo que a veces no todos descubren el don de la palabra, el volar entre lineas, el descifrar del viento, el soplido feliz que eleva tu alma.
Tuviste suerte de encontrarte porque es el único modo de llegar y no solo yo advierto tu presencia :)
Bellísimo poema!
=) HUMO
Gracias, Maribel, por lo de buena inspiración. Te deseo lo mismo! :-)
Humo, creo que nos vamos buscando y encontrando durante todo este viaje, que es la vida. Gracias por tus palabras.
Un abrazo,
Alejandro.
«entonces me levanto,
me sacudo el polvo,
comienzo nuevamente
y te digo gracias
por estar a mi lado».
Hermoso.
Un abrazo,
Esther
Esther, me alegro de que te haya gutado. Bienvenida! :-)
Un abrazo,
Alejandro.
Alejandro, tus poemas tienen sabor a tango.
Creo que las mismas sensaciones que tienes tú al escribir las tengo yo. Y tal vez todos los que dedicamos parate de nuestras vidas a esto. Hoy mismo ando tan embrollada en mi novela, porque los personajes se han puesto en mi contra. Eso es seguro.
Besos!
Blanca
Supongo que sí, Blanca. Todos los que la vamos remando en la escritura, pasamos más o menos por lo mismo.
Espero que esos personajes se destraben pronto, y te dejen seguir avanzando! :-)
Un abrazo,
Alejandro.
Me encantan tus poemas, son de un luchador nato por naturaleza. Aunque te sientes abatido por momentos, te levantas y continuas con paso firme.
Un saludo.
Gracias, Printova! En eso estamos: en conseguir lo que a primera vista parece imposible...
Un abrazo,
Alejandro.
Publicar un comentario