lunes, 23 de enero de 2017

El mago Pascualito (¡nuevo libro infantil!)


Lo adelanté en el post anterior. En los últimos días de diciembre vio la luz “El mago Pascualito”. Regalo de Navidad para mí, que me porté bastante bien (o por lo menos así aseguro) durante todo 2016.

Ilustradro por Marcos Amayo Acosta, se trata de un libro para nenes en el que Pascualito, un pingüino pequeño y soñador, decide hacerse mago. Cuentos y dibujos para pintar. Cada página es una historia, alternando entre la búsqueda de la anhelada magia y el tiempo donde ya el mago pingüino lanza sus primeros hechizos, para auxiliar a todo aquel que viene a buscar su ayuda.

Transcurre en la Patagonia, principalmente en el Atlántico Sur, entre el mar y la estepa. Rodeado de amigos del lugar (como el elefante marino, la orca, el guanaco, la ballena franca, el cormorán, la mara, el peludo), va descubriendo Pascualito el pingüino que quiere ser.

Todos los cuentos están en imprenta mayúscula. Sí, les hice caso esta vez a las mamás y maestras que me lo fueron diciendo mientras ofrecía mis libros anteriores por la ciudad. Es la primera letra que los chicos reconocen, con la que empiezan a jugar y leer. Mi nena de cinco años da fe de lo que digo; mi nene de tres, todavía no, pero pronto lo hará.

Comparto debajo, como siempre, el texto de contratapa.
Pascualito es un pingüino que desea convertirse en mago y para eso emprende una aventura por las tierras del sur. Deberá conocer al maestro, buscar los atributos y recibir el don de la magia.

Pero no estará solo. Lo ayudarán los amigos que se irán sumando a lo largo del viaje.

domingo, 8 de enero de 2017

Seis años

El último año, el sexto cumplido viviendo de la literatura, terminó con la publicación de “El mago Pascualito”, un libro de cuentos para chicos, ilustrado por Marcos Amayo Acosta, del que hablaremos con más detalle en una próxima entrada de este blog. Aunque puedo adelantar que se trata de la historia de un pingüinito que quiere ser mago y emprende un viaje para conseguirlo.

En un plano diferente, estuvimos trabajando con el traductor Darío Bard en la adaptación a inglés de los telalibros de Toba, Croack y Fuz. Si todo sale como esperamos, nacerán en este idioma en alguno de los meses que siguen.

Visité además escuelas, me hicieron entrevistas por aquí y por allá, fui a la feria del libro, leí y escribí (¿cómo dejar de hacer lo que da sentido y sirve de excusa para todo lo anterior?), salí a vender casi todos los días.

Un año tranquilo, apacible, de construcción expectante pero sin la ansiedad ya de los primeros tiempos.