XXII
Me cuenta que salió de mochila a recorrer Latinoamérica. Un viaje largo, de ensueño, con poca plata.
Hizo dedo para moverse de un pueblo a otro, de una ciudad a otra, empezando por el norte de nuestro país. Elaboró y vendió artesanías en el camino. Trabajó de lo que pudo surgir.
Ahora me recibe en la farmacia de Laferrere y me cuenta. Le brillan los ojos de entusiasmo.

Acá leí tu libro, enfatiza el muchacho, mirá, fue acá. Habla de Soy Culpable. Años atrás me lo compró en esta misma farmacia.

Quedó (ambos libros quedaron) donde la suerte quiso. Habrá encontrado quizá un lector nuevo. Así queremos creer, el muchacho y yo.