sábado, 6 de noviembre de 2021

El orden en el desorden

Cada día visito un lugar diferente con mis libros. En general no hay orden en eso, no hay premeditación (salvo contadísimas excepciones), voy donde las ganas piden, salgo sin saber, viajo sin saber (como ahora mismo mientras escribo esto), combino transportes hasta que en un momento llego, y recién ahí, sé: sé donde empiezo, después veremos en qué lugar termino.


Y sin embargo en ese desorden llevo también un orden. En una app del celu (al principio tenía un cuadernito dedicado, pero resultaba ser un peso más en la mochila) voy registrando los lugares que transito, y por cada lugar, las zonas que ya recorrí y las que aún no, de manera que la próxima vez que el desorden me lleve hasta allí, tenga al menos la delicadeza de hablar con personas distintas.


Con este orden desordenado, tardo por lo menos un año en escabullirme en los innumerables rincones de la ciudad. Algunos se me escapan, claro: quedan pendientes para la próxima vuelta.

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