Si me hubieran preguntado veinte años atrás, cuando tenía uno o dos libros publicados, si iba a poder vivir de la literatura, habría respondido que ojalá, que me gustaría, pero que lo veía muy poco probable. Sin embargo hoy ocurre. El esfuerzo es grande, el trabajo mucho. Pero ocurre.
Lo digo para mí, para tenerlo presente, porque no siempre estoy lo suficientemente despierto, y ando por las calles como un autómata, sin lograr apreciarlo.
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